domingo, 7 de agosto de 2016

"Lo imposible sólo tarda un poco más"

Pasando por un mal momento me acuerdo de esta frase y me aferro a ella, en más de una ocasión ha sido así. 
Los ingredientes? Paciencia, dedicación y tener el objetivo siempre en mente :-)

sábado, 6 de agosto de 2016

Dolor de oidos en el avión

Hoy he pensado en compartir algo, que aunque sea sencillo, es muy útil, y a mi me costó bastante averiguarlo.

Siempre he padecido bastante de los oídos, con otitis de repetición, pérdida de audición,.... Y cuando empecé a hacer viajes con avión, vi las estrellas, y no porque estuviera muy alto! El dolor de oídos era horrible cuando el avión empezaba a descender, como si me clavaran cuchillos, tanto era, que inevitablemente aterrizaba llorando la gran mayoría de veces, probé todo lo típico que te dicen, tragar saliva, masticar chicle, ir con la boca abierta, y nada,... Le pregunté a mis otorrinos y tampoco sabían de ningún remedio para evitar el dolor. A parte del dolor muchas veces me quedaba medio sorda por unos días y era muy incómodo. Hasta que un día hablando con una amiga, me comentó que se le había perforado el tímpano haciendo submarinismo, y que le había pasado por no haber despresurizado bien, ya que al bajar al mar, tienes que ir compensando la diferencia de presión que se genera. Esto me dió la idea que en el avión tenía que pasar lo mismo, así que la siguiente vez lo probé y fue genial! Desde entonces no me han vuelto a doler los oídos en el avión.

Para quien no sepa como hacerlo os dejo una pequeña explicación: cuando el avión empieza subir que se nota como se taponan los oídos, hay que tapar la nariz e intentar sacar aire por esta, como si fuéramos a sonarnos los mocos pero tapando completamente la nariz, así el aire sale por los oidos y despresurizamos. Esta operación se ha de repetir cundo el avión empieza a bajar y cada vez que notemos que se tapan los oidos.

La siguiente vez que fui al otorrino le comenté mi descubrimiento y me dijo:  claro así no duelen. ¡Lo hubiera matado!